¿Por qué vuelve la moda de llevar una cámara aparte del smartphone?
En los últimos años parecía que los smartphones habían enterrado a las cámaras compactas.
Cada nuevo iPhone, Galaxy o Pixel prometía una calidad casi profesional en el bolsillo. Pero algo curioso está pasando: cada vez más usuarios vuelven a buscar cámaras dedicadas, ya sea por nostalgia, por el placer de “disparar en serio” o simplemente porque un móvil, por muy bueno que sea, no puede sustituir la experiencia ni la calidad óptica de una cámara real.
El auge en ventas de compactas en Japón y la aparición de modelos cada vez más especializados lo confirma: las cámaras vuelven a estar de moda.
Hoy repasamos cinco modelos destacados, desde los más accesibles hasta opciones de nivel profesional.
1. Kodak Pixpro FZ55 – La puerta de entrada
Un modelo económico, pensado para quien quiere empezar sin gastar demasiado. Su punto fuerte es la simplicidad y el precio, lo que la convierte en una cámara popular entre principiantes o como segundo dispositivo de viaje. Eso sí, no esperes grandes prestaciones en poca luz ni controles avanzados: es una cámara para recuerdos, no para proyectos serios.
2. Panasonic Lumix TZ99 (ZS99) – La versátil de bolsillo
Con un zoom potente y un rendimiento equilibrado, esta Lumix es de las compactas más vendidas. Su diseño sigue siendo ligero, pero da mucho juego a la hora de viajar: puedes pasar de paisajes a primeros planos sin esfuerzo. Como contra, su sensor más pequeño la limita en condiciones de luz complicada, aunque sigue siendo una de las opciones más completas en gama media.
3. Fujifilm X100VI – El encanto clásico con potencia moderna
Este modelo es casi un icono: diseño retro, visor híbrido y un sensor de alta resolución que sorprende en un cuerpo compacto. Es ideal para quien quiere fotografía de calidad profesional sin cargar con una cámara grande. La pega es su precio, más elevado, y que al tener una óptica fija hay que aprender a sacarle partido, pero quienes la prueban suelen enamorarse.
4. Sony RX1R III – El full-frame de bolsillo
Difícil encontrar una cámara tan pequeña con un sensor full-frame de 61 MP. La calidad de imagen es espectacular, ideal para paisajes, retratos o trabajos creativos. Es una opción claramente profesional en un tamaño compacto, aunque el precio y la falta de zoom la hacen menos práctica para uso casual. Es una cámara para quien sabe lo que busca.
5. Ricoh GR IV – La reina de la fotografía callejera
Compacta, discreta y con un sensor APS-C de gran calidad, la Ricoh GR se ha ganado un hueco en fotógrafos urbanos. Su tamaño la hace perfecta para llevar siempre encima, y su velocidad en enfoque es clave en situaciones rápidas. Como contra, también apuesta por lente fija y un diseño minimalista que no gustará a todos, pero si buscas un estilo directo y auténtico, es difícil de superar.
La vuelta de las cámaras compactas no es una casualidad: la gente busca diferenciar la fotografía de lo cotidiano. El smartphone seguirá siendo el rey de lo inmediato, pero tener una cámara dedicada aporta calidad, experiencia y ese ritual que nos conecta más con el acto de fotografiar. Desde una sencilla Kodak para iniciarse hasta una Ricoh o una Sony profesional, la oferta es amplia y demuestra que la fotografía sigue más viva que nunca.
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